Desde hace algunos años, las comunidades indigenas, amparadas en la Ley 20.249 han trabajado en la solicitud de espacios marinos costeros (ECMPO) amparados en el resguardo de usos consuetudinarios de los recursos naturales de sus territorios costeros y marinos. Este proceso involucra la creciente necesidad de comprender y mejorar las prácticas de consumo responsable de una tradición tan arraigada en la cultura insular, como es la "marisca". En este sentido existe una amplia gama de grupos interesados: sindicatos de pescadores, comerciantes de productos marinos, comunidades indigenas, juntas de vecino y la comunidad en general. El proyecto, involucra la educación practica en terreno y la posibilidad de aumentar el impacto social a través de la implementación de talleres de conservación y consumo responsable en escuelas rurales de los territorios involucrados a través de la reinversión de las utilidades.